Conocemos por ICTUS aquel episodio lesivo que se caracteriza por una brusca obstrucción de un vaso sanguíneo cerebral, a su rotura o ambas. Según el origen del ictus, se diferencia el isquémico (infarto cerebral) o el hemorrágico (hemorragia cerebral). Es una de las principales causas de discapacidad permanente en el adulto.
Los principales síntomas son la pérdida repentina o alteración de fuerza en la cara, brazos o piernas así como la dificultad a la hora de hablar o comprender y la pérdida de visión, aunque solo sea en un ojo.
Es imprescindible destacar que si nos encontramos ante cualquiera de estos síntomas actuemos con la máxima urgencia posible ya que puede ser de vital importancia para la vida o la salud de la persona en cuestión.
Los tratamientos fisioterapéuticos con los que tratamos a este tipo de pacientes están enfocados a reestablecer al máximo sus funciones y facilitarle la vida diaria que llevaba antes de sufrir el episodio. Se basan principalmente en:
-Potenciar la musculatura
-Practicar con ejercicios de equilibrio
-Reconducir la marcha
No hay una fórmula para evitar que estos episodios nos ocurran a nosotros o a un familiar pero siempre es idoneo intentar prevenir con un estilo de vida saludable que combine actividad física moderada, así como llevar una dieta rica y saludable y evitar el alcohol y el tabaco.
