El linfedema es una condición crónica que se caracteriza por la acumulación de líquido linfático en los tejidos, provocando hinchazón y malestar. En este artículo, podrás ver cuál es el papel que la fisioterapia desempeña en el tratamiento y manejo del linfedema, así como las técnicas y enfoques utilizados para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
El linfedema es una condición en la cual el sistema linfático no funciona adecuadamente, lo que resulta en una acumulación de líquido linfático en los tejidos. Puede ser primario (causado por una malformación congénita del sistema linfático) o secundario (causado por una lesión, cirugía, radioterapia u otras condiciones médicas).
La sintomatología del linfedema puede variar en intensidad y afectar a distintas partes del cuerpo. Los principales síntomas que aparecerán serán los siguientes:
La hinchazón es el síntoma principal del linfedema. Puede afectar extremidades como los brazos o las piernas, pero también puede presentarse en el rostro, el tronco o los genitales.
Las personas con linfedema pueden experimentar una sensación de pesadez y malestar en la zona afectada. Esto puede dificultar la movilidad y causar molestias en las actividades diarias.
Debido a la inflamación que provoca el linfedema podemos también tener restricción en el rango de movilidad de las articulaciones afectas. Esta inflamación puede afectar a actividades como caminar, levantar objetos o movimientos específicos.
Debido a la acumulación de líquido y la alteración del sistema linfático, las personas con linfedema son más propensas a desarrollar infecciones recurrentes en la zona afectada.
La fisioterapia es una de las principales terapias que nos ayudará con la sintomatología del linfedema. Un fisioterapeuta especializado en linfedema puede utilizar diferentes técnicas y enfoques para reducir la hinchazón, mejorar el drenaje linfático y proporcionar alivio de los síntomas. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
El drenaje linfático manual es una técnica suave que estimula el sistema linfático para mejorar el flujo de líquido linfático y reducir la hinchazón. Se realizará mediante un protocolo de tratamiento que incluirá la estimulación de las cisternas linfáticas en el organismo y acompañándolo de movimientos suaves y rítmicos que favorecerán la absorción del líquido.
La compresión es una parte esencial del tratamiento del linfedema. Se utilizan prendas de compresión, como vendajes o prendas elásticas, para aplicar presión en la zona afectada y ayudar a reducir la hinchazón.
Los ejercicios terapéuticos son diseñados para mejorar la movilidad, fortalecer los músculos y promover el flujo linfático. Un fisioterapeuta puede recomendar ejercicios específicos según las necesidades individuales de cada persona.
El linfedema es una condición crónica que puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas. El poder realizar de manera recurrente tratamiento de fisioterapia ayudará mucho a aliviar la sintomatología del linfedema así como la circulación. Si padeces linfedema, es importante buscar la atención de un fisioterapeuta especializado como los que forman parte de nuestro equipo. Ellos te ayudarán con unas sesiones totalmente individualizadas que permitan un tratamiento personalizado y una mejorar de tu bienestar. Haciendo clic AQUÍ puedes reservar tu próxima sesión para empezar a tratar el Linfedema. O si lo prefieres puedes pedirnos más información llamando al 691 422 765.