Cómo ablandar las durezas
Antes de eliminar una dureza, lo mejor es ablandarla para no irritar la piel. Algunas formas de hacerlo son:
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Remojar los pies en agua tibia con sal o jabón neutro
Sumerge tus pies de 10 a 15 minutos. Esto suaviza la piel y reduce la rigidez, y hace que la lima o piedra pómez funcionen mucho mejor. -
Usar crema con urea
Aplica la crema sobre la zona dura. Reblandece la piel, y cuanto mayor sea la concentración de urea, más efecto tendrá. Eso sí, usa la que se adapte a tu tipo de piel. -
Aplicar mascarillas hidratantes para pies
Estas mascarillas ayudan a que la piel retenga humedad y pierda dureza, dejándola lista para tratarla sin dañarla.
Si la dureza duele mucho, está muy profunda o notas inflamación, lo mejor es acudir a un profesional, para que la trate de forma segura y evites complicaciones.
Cómo ablandar los callos
El proceso de ablandamiento de los callos es similar al de las durezas, pero con más cuidado porque el callo suele ser más profundo y localizado.
Los métodos más eficaces son:
- Baños de pies tibios
- Cremas con urea alta
- Parche hidrocoloide para suavizar la zona
- Eliminación profesional, si duele o es recurrente
Si el callo duele al caminar o parece tener un núcleo muy duro, lo ideal es que lo trate un podólogo.
Cómo quitar las durezas y los callos de los pies
Si quieres eliminar una dureza o un callo, lo más importante es reducir la piel dura sin dañar la piel sana que tienes alrededor. Estos son los métodos más seguros y sencillos:
1. Limas o piedras pómez
Son una de las formas más habituales para quitar durezas y callos.
- Utilízalas después de la ducha, cuando la piel está más blanda.
- Haz movimientos suaves y en una sola dirección.
- No retires demasiada piel de golpe, para evitar heridas o irritación.
2. Cremas exfoliantes específicas
Existen cremas con ingredientes como urea, que ayudan a disolver la piel engrosada.
- La urea al 20–30 % es útil para durezas.
- Aplicarla diariamente facilita que el callo se reduzca progresivamente.
3. Visita a un podólogo
La forma más segura y eficaz de eliminar tanto durezas como callos, es a través de una quiropodia realizada por un podólogo.
El podólogo utiliza herramientas estériles (bisturís y micromotores) para eliminar completamente la capa de piel engrosada (hiperqueratosis), incluyendo el núcleo del callo (heloma) si lo hay. Además, puede detectar si detrás del callo hay un problema biomecánico que haga que vuelva a aparecer (un problema de pisada o un calzado inadecuado).
Si un callo o dureza vuelve constantemente, lo habitual es que haya una causa estructural o de apoyo del pie.
Clave para la prevención: Eliminar la causa
Aunque sepas cómo quitar las durezas y callos de los pies en casa, si no eliminas la causa subyacente (fricción o presión), la dureza regresará inevitablemente.
Por ello, el tratamiento completo incluye:
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Eliminación del engrosamiento (Quiropodia).
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Identificación de la causa (Estudio de la pisada).
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Corrección de la presión (Uso de calzado adecuado o plantillas personalizadas).
Si tus durezas o callos reaparecen constantemente, busca una solución definitiva que corrija tu pisada.
Quitar y ablandar las durezas o los callos es posible con cuidados adecuados: baños tibios, limas, cremas con urea y, cuando sea necesario, tratamiento profesional. Eliminar el engrosamiento correctamente no solo mejora el confort, sino que también previene molestias futuras.
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